miércoles, 2 de mayo de 2012

Caballo ibérico


Se conoce como caballo ibérico a una serie de razas de caballo originarias de la Península Ibérica, que responden al prototipo de caballo barroco, y cuya domesticación se remonta a la colonización griega. Todas ellas tienen una serie de características más o menos comunes como:
Alzada media. Ninguna raza ibérica pura supera el 1'65 m de altura a la cruz. Las razas ibéricas oscilan desde el tamaño de una jaca o poni, como la jaca gallega, al de un caballo normal como el lusitano.
Cuello ancho y ligeramente arqueado. Esta característica resulta más marcada en las razas de mayor alzada.
Perfil convexo o subconvexo. En algunos tipos, recto, pero nunca cóncavo.
Crines tupidas. Todas las razas ibéricas tienen crines espesas y ocasionalmente rizadas.
Formas redondeadas. Esto, junto con el cuello arqueado, define el aspecto barroco. Todas las razas ibéricas suelen tener formas redondeadas y no esbeltas, con la cola insertada baja.
Capa oscura, oscilando entre el negro y el bayo. La influencia de razas foráneas como el berberisco y el árabe, cambiaron esa tendencia.
La FAO reconoció en 2005 la existencia de 17 razas características de la Península Ibérica, como se verá a continuación.

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